​

La ansiedad por comer no es algo que debamos "controlar" o intentar "luchar" contra ella. Como todo síntoma, la ansiedad por comer nos habla de un desbalance de nuestra homeostasis, de nuestro equilibrio tanto físico, psicológico como espiritual. 

​

Mientras que, desde el paradigma de las dietas y la restricción, la ansiedad por comer puede mostrarse como una molestia, un trastorno o algo de lo cual avergonzarse, desde el paradigma integrativo, la ansiedad por comer es la búsqueda de completud, la búsqueda de una vida más nutritiva, la vida que merecemos, la reparación de un vínculo, reparación de mi relación conmigo, el cierre de un duelo abierto, la "digestión" emocional de un trauma...

 

Desde donde miro la nutrición, tener ansiedad por comer es un impulso positivo. Una alarma que nos despierta para recordanos que algo no anda bien y es hora de moverse e iniciar la búsqueda.

​

​

Te invito a descubrir este camino juntas.

¿Qué estás ansiando?

​